miércoles, 15 de febrero de 2012

Hola.
Tengo calor. Mucho calor. 
Me estoy alimentando de pequeños detalles de la vida con los que supongo me voy a reconstruir. Pero hasta la figura final de mí misma falta muuuuuuuucho. Aun así, siento una ausencia. Algo que continua muriéndose acá, en el medio de mi pecho, en el espacio entre pulmón y pulmón. No sé muy bien que es. Ni sé cómo enfrentarlo, o llenarlo. Pocas cosas me satisfacen, y las que logran hacerlo tienen un efecto de 2 o 3 horas, si tengo suerte. Va a terminar matándome, lo sé. Mas es la única forma que encuentro para olvidarme de ciertas cosas.
Y sí, ojalá pudiera utilizar el contento natural que produce mi cerebro, pero no lo puedo activar. No encuentro nada que lo active. Bueno, sí. Pero no me puedo agarrar de eso. Me convertí en nada más que un títere estúpido. Reduje mi existencia a llantos nocturnos desesperados preguntándome cuándo se acabarán de una vez por todas. Pesadillas y posteriores caras-hinchadas nada lindas. Días en piyamas. Tardes aburridas mirando tv; y si hay manteca, haciendo muffins. En pocas palabras, una vida de bajo rendimiento. 
Será que la respuesta a mis súplicas inconscientes al vacío está frente a mí pero no puedo divisarla?
Viva el café!

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